Las Guerras Napoleónicas y las políticas liberales desmantelan las rentas eclesiásticas propiciando la desaparición de las capillas eclesiásticas. La burguesía toma el relevo y la música culta se instala en los salones y teatros de las ciudades gallegas, propiciando un renacer de la impresión musical. Música y poesía se convierten en la vanguardia del rexurdimento, expresión del nacionalismo político y cultural gallego. En las últimas décadas del siglo XIX se alumbran instituciones musicales como orfeones y bandas de música que ven a tener continuidad hasta la actualidad.
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